1.- Presentación

La sede de la Vicaría VIII se encuentra situada al noroeste de Madrid, en San Germán, 23. En ella se encuentra el vicario episcopal, padre Ángel Camino Lamelas, sacerdote religioso de la Orden de San Agustín. También trabajan tres sacerdotes: el secretario de la Vicaría, el coordinador de Enseñanza y el coordinador de Economía. Con ellos colaboran dos religiosas y dos laicos, a los que se suman tres voluntarios que alternan su presencia a lo largo de la semana.

El territorio que ocupa se corresponde con el de los distritos de Tetuán, Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, y municipios de la zona noroeste de la Comunidad de Madrid. Compuesta por 43 parroquias en la ciudad y 14 en los pueblos, además cuenta con 5 centros educativos diocesanos. Todo ello distribuido en los siguientes arciprestazgos: Santa María Micaela, San Federico, Nuestra Señora de las Victorias, Barrio del Pilar, San Rafael de Peñagrande, San Miguel de Fuencarral y Colmenar Viejo.

2.- Situación sociológica

La Vicaría VIII tiene un total de 588.500 habitantes, de los cuales 435.500 viven en la zona urbana y 153.000 en los pueblos.

De las parroquias urbanas, 31 cuentan con menos de un 15% de extranjeros, mientras que en el resto ese porcentaje se supera. En cuanto a los pueblos, la media es de un 15%. Por eso, se puede decir que en el territorio la población extranjera gira en torno al 12% del total de residentes.

Además, la zona presenta diversos cuadros socioculturales. Dentro de Madrid capital, la zona de Tetuán y Ventilla tienen un alto nivel de inmigración, con un poder adquisitivo bajo y difíciles condiciones de vivienda: muchas personas se encuentran hacinadas en el mismo piso. Otros barrios, como Castillejos, Cuatro Caminos, Fuencarral y Barrio del Pilar, también ofrecen un elevado índice de población migrante, aunque menor, y con un nivel económico ligeramente más elevado. Las cuatro zonas anteriores, así como todo el conjunto rural (compuesto por Tres Cantos, Colmenar Viejo, Miraflores de la Sierra, Bustarviejo y Valdemanco, Soto del Real, Guadalix de la Sierra, Navalafuente, Manzanares el Real y El Boalo), gozan de un panorama social medio o medio alto, con un porcentaje muy elevado de formación académica universitaria, sobre todo entre la población menor de 40 años.

Sociológicamente, se pueden encontrar posiciones casi antagónicas dentro de un mismo arciprestazgo: barrios de poder adquisitivo muy alto frente a otros bastante bajo. Estos grandes contrastes se aprecian no solo en la economía, sino también en la formación y la edad de esos barrios y, por consiguiente, de las parroquias.

Otras zonas de la Vicaría ofrecen un perfil social alto o muy alto, como Mirasierra, Peñagrande, Tres Olivos y Puerta de Hierro, si bien aparecen grupos de población extranjera abultados en el personal doméstico de las mismas franjas.

Es notable la presencia de familias jóvenes en los barrios de Las Tablas, Arroyofresno y Montecarmelo, de reciente urbanización y primera ocupación. Las parroquias de estas demarcaciones cuentan con un gran número de niños y padres de mediana edad, que se refleja en los grupos de catequesis (en sus distintos niveles), en los grupos de jóvenes y en los de matrimonios.

El perfil de la población menor de 30 años, y particularmente menor de 20, es de origen extranjero en un grado muy elevado, la mayoría de ellos nacidos en España.

En la Vicaría hay parroquias que han surgido en los nuevos barrios que se han ido creando en algunos arciprestazgos. En otras parroquias se han ido instalando los diversos movimientos migratorios. En estas últimas, en las que en el pasado hubo una gran actividad pastoral, hoy se ve cómo se intenta integrar a los mayores junto con la población migrante. Otras, por el contrario, repiten la historia de impulso pastoral gracias a las familias jóvenes que se han asentado, eso sí, con mayor poder socioeconómico, llenando las aulas de niños y juventud. Esto da pie a una acción pastoral más activa con estas familias, sus hijos y los jóvenes.

Esta disparidad hace difícil muchas veces el trabajo conjunto de la Vicaría, ya que las realidades son muy diversas y separadas, incluso geográficamente.

En las parroquias de alto nivel económico, laboral y cultural, la acción pastoral se puede acometer de manera mucho más intelectual; en ellas, el compromiso social tiende a ser más cultural o monetario que social/asistencial.

3.- Situación pastoral

3.1.- Parroquias

La mayoría de las parroquias goza de un núcleo, mayor o menor, de fieles adheridos y participantes con afecto en su comunidad parroquial, en los distintos ámbitos que la forman. Alrededor de este, que suele ser numeroso, hay otro círculo de participantes en la vida parroquial con notable fidelidad (misas, grupos…), pero no tan disponibles para liderar o coordinar las distintas actividades. Y hay otro tercer círculo de asistentes a Misa o beneficiarios de Cáritas, cuya vinculación con la parroquia también es grande a esos niveles.

Se puede afirmar que la gente se encuentra cómoda en el tejido parroquial, que quiere a sus comunidades parroquiales y a los sacerdotes que les atienden, y que la parroquia constituye para ellos un centro importante y de referencia en la vida, de manera puntual o habitual.

La Vicaría, por lo tanto, refleja una situación bastante generalizada en la archidiócesis: los fieles no desarrollan necesariamente su vida cristiana, sacramental o pastoral, en la parroquia de su territorio, sino en aquella más cercana a su domicilio o en la que cuadran más sus preferencias religiosas personales.

En cuanto a la práctica, se puede decir que un 11% de la población total de cada territorio asiste a la Misa dominical. Este dato, unido a la perenne urgencia evangélica, motiva los marcados acentos misioneros de la archidiócesis, plasmados en los últimos planes pastorales.

La vida pastoral de los sacerdotes se refleja en la dinámica de las comunidades parroquiales. Se puede decir que la mayor parte de las parroquias del territorio gozan de salud pastoral, atendiendo a los diferentes ámbitos específicos. Varias de ellas presentan un trabajo pastoral particularmente grande, favorecido en parte por la presencia de movimientos, grupos e instituciones extra o supra parroquiales.

3.2.- Movimientos

Destaca la potencia de los movimientos presentes en el territorio de la Vicaría: Opus Dei, Comunidades Neocatecumenales, Emaús, Effetá… Desde la Vicaría hay contacto con 28 movimientos, con los que se realiza un encuentro anual, un sábado por la mañana.

3.3.- Sacerdotes

El porcentaje de sacerdotes que realizan su labor pastoral en el territorio de la Vicaría y que pertenecen al clero secular es mayor que el de los que pertenecen al clero regular, aunque la diferencia no es muy grande. Destaca su elevada edad media, a pesar de la existencia de una proporción considerable de sacerdotes de edad joven y mediana. La prioridad del vicario es la dedicación a los presbíteros, un interés que muestra de manera muy sencilla, fraterna y concreta.

Uno de los retos es trabajar las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, ya que no son muchos los jóvenes que acceden al Seminario Conciliar o a las diversas órdenes y congregaciones presentes en el territorio de la Vicaría.

La relación entre el tejido parroquial y la vida consagrada es cordial, si bien sería deseable una mayor participación en los Consejos Pastorales Parroquiales y una relación más directa con la comunidad parroquial.

Sin embargo, la que existe entre las parroquias y los colegios de titularidad privada es creciente. Se han establecido encuentros de directores, agentes de pastoral y párrocos, con buenos resultados. Pero se hace necesario un trabajo más coordinado. También es deseable un mayor contacto entre párrocos y profesores de religión del territorio.

Otro de los aspectos que se han cuidado con esmero en la Vicaría ha sido la acogida a los sacerdotes estudiantes extranjeros. El vicario mantiene con ellos un encuentro anual de convivencia y evaluación.

En 2023, la Vicaría contaba con el siguiente número de presbíteros:

  • 268: viven o trabajan pastoralmente en la Vicaría
  • 27: estudiantes
  • 53: jubilados canónicamente (mayores de 75 años)
  • 26: capellanes de Hospital

3.4.- Vida consagrada

La vida consagrada presente en el territorio es una realidad muy viva. Desde Vicaría hay un contacto muy estrecho y cercano con las comunidades existentes. La Mesa de la Vida Consagrada realiza reuniones mensuales. También se programan dos encuentros anuales con la finalidad de que se conozcan entre los religiosos y las religiosas que están en un mismo territorio. Ellos se sienten muy unidos a toda la diócesis. El vicario visita con regularidad las comunidades religiosas, participa en la comida y comparte con sus miembros las inquietudes mutuas.

En el territorio hay 99 comunidades religiosas de 66 congregaciones diferentes. De las primeras, algunas son Curias Generales, Provinciales, Noviciados, Juniorados o Residencias de mayores.

3.5.- Enseñanza

Existen 135 colegios en todo el territorio:

  • 60 CEIP
  • 1 de Educación especial
  • 23 IES
  • 1 Centro de Formación Profesional
  • 29 privados
  • 24 religiosos

La asistencia a clase de religión va descendiendo paulatinamente, pero de una forma muy lenta, casi imperceptible. De hecho, se ha experimentado un incremento positivo en Bachillerato.

Existen varios órganos de participación. Así, hay una Mesa de Educación que traslada la sensibilidad de los profesores a los organismos de la Vicaría. La participación en la formación es otro de los puntos que definen la labor de la Vicaría: es muy elevada, en especial en los cursos ofrecidos por la Delegación. El vicario, junto con el coordinador de Enseñanza, visitan unos 14 colegios al año.

3.6.- Pastoral

Catequesis, jóvenes, Pastoral Vocacional, Liturgia, hospitales y Pastoral de la Salud, atención a los mayores, Vida Ascendente, Pastoral familiar, misiones, ecumenismo, Justicia y Paz, Pastoral social, Manos Unidas, pastoral penitenciaria, economía…

La Vicaría organiza su vida pastoral a través de las distintas pastorales arriba mencionadas. Al frente de cada área existe un coordinador (sacerdote, religiosa o laico): 19 en total. Cada uno de ellos trabaja con un equipo que constituye las Mesas pastorales (en la actualidad, hay 8 activas). Todos los coordinadores forman parte del Consejo Pastoral de Vicaría. Además, una vez al año se reúnen con el vicario episcopal.

El trabajo realizado por los coordinadores es muy bueno, permitiendo la pastoral transversal y el enlace de las delegaciones con los territorios.

La sinfonía pastoral que emite cada una de las áreas es ejemplar por la dedicación que ofrecen a su pastoral con una dimensión de unidad que caracteriza al conjunto. El Consejo Pastoral de Vicaría está formado por 53 miembros nombrados.

3.7.- Pastoral con migrantes

Bastantes zonas de la Vicaría incluyen núcleos de población migrantes. Destacan los siguientes arciprestazgos: San Federico, Nuestra Señora de las Victorias, Colmenar Viejo y, en menor medida, Santa María Micaela.

En el de San Federico sobresalen Altagracia, Aránzazu, Cristo de la Misericordia (con mucha afluencia de ecuatorianos, dominicanos y bolivianos); San Federico (personas de Hispanoamérica en general); en Salesianos de Estrecho destaca el trabajo que se realiza con los niños inmigrantes en el colegio, así como en Cáritas.

El de Nuestra Señora de las Victorias es uno de los más señalados en cuanto a la atención a migrantes: están presentes en todas las parroquias, aunque en menor número en Nuestra Señora de Madrid. Dentro del territorio arciprestal destaca, pero no de manera exclusiva, la pastoral con filipinos: en Nuestra Señora de las Victorias, Salesianos de Estrecho y San Eduardo. En Nuestra Señora del Espino cuentan con un capellán propio, también filipino, y son muy activos en la vida cristiana, formando una comunidad homogénea, pero no cerrada.

En el de Colmenar, destacan las parroquias de San José y la de Santa Teresa. En las demás, se trabaja con migrantes a través de las Cáritas parroquiales.

El de Santa María Micaela aborda la pastoral con migrantes en las siguientes parroquias: Nuestra Señora del Encuentro (dominicanos, ecuatorianos, filipinos); San Antonio de Cuatro Caminos, relacionado con el Colegio San Antonio, conocido por los Capuchinos, y su dispensario; y Santa María Micaela, que es, junto con San Lorenzo de Lavapiés, donde se centraliza la comunidad paraguaya.

El trabajo pastoral de la Vicaría con los inmigrantes se focaliza en las siguientes acciones:

  • Integración de este sector poblacional en la vida parroquial
  • Acogida de Cáritas
  • Plan joven con los inmigrantes jóvenes
  • Misas especiales para migrantes, o integración en las misas ordinarias
  • Catequesis: las que se imparten en las parroquias mencionadas cuentan con un elevado porcentaje de niños migrantes
  • En algunas parroquias (San Ignacio de Loyola y Nuestra Señora de Aránzazu) se han abierto, con carácter eventual, pisos para migrantes, invitándoles a que se busquen una vivienda en la medida de sus posibilidades.

Una necesidad detectada por algunos es acentuar las tradiciones religiosas de las distintas nacionalidades mediante celebraciones propias o potenciando sus costumbres.

Además, tienen presencia otros proyectos, extra parroquiales o no, vinculados estrictamente a los territorios:

  • Pueblos Unidos. Con un espacio interreligioso que incluye también a musulmanes. Organizan celebraciones interculturales.
  • Puente de Esperanza
  • Proyecto de Salesianas

No hay que olvidar que los alumnos de los colegios de los arciprestazgos citados son, en alto porcentaje, migrantes.

3.8.- Datos numéricos

La Vicaría VIII cuenta con:

  • 7 arciprestazgos
  • 57 parroquias: 43 urbanas y 14 rurales. De ellas, 15 están confiadas a congregaciones religiosas
  • 66 congregaciones religiosas, en 99 comunidades
  • 28 movimientos
  • 13 hospitales
  • 42 residencias de mayores, de las cuales 29 tienen asistencia pastoral
  • Cárcel de Soto del Real
  • 2 centros de mujeres víctimas de trata
  • 1 centro de refugiados
  • 1 Centro Social de Atención a inmigrantes
  • 2 capillas de Adoración perpetua
  • 3 capillas universitarias
  • 1 escuela de Pastoral Social

4.- Consejos Parroquiales y Económicos

La mayoría de las parroquias de la Vicaría tiene un Consejo Pastoral, formado por los sacerdotes y un representante de cada grupo pastoral (catequistas, Cáritas, Liturgia, economía, misiones, cofradías, hermandades…). Las reuniones varían según la parroquia: mensual, bimensual o trimestral. Las decisiones se toman conforme a las líneas de la sinodalidad. Suelen tener Estatutos aprobados que rigen su funcionamiento.

El Consejo Económico también se ha formado en la mayoría de las parroquias. Su función es realizar las cuentas y asesorar al equipo sacerdotal en la gestión económica. En algunas comunidades parroquiales está en marcha su constitución. La frecuencia de sus reuniones también es variable: mensual, bimensual, trimestral, o una o dos veces a lo largo del curso.

Hay parroquias que tienen previsto renovar progresivamente a los miembros de ambos consejos, y redactar sus respectivos Estatutos.

Desde la Vicaría se impulsa la constitución de ambos consejos, por su importancia. Ambos son esenciales en las comunidades. La información de los consejos debe llegar a los feligreses, y que todos tengan conocimiento de su existencia. Además, los consejos deben estar abiertos a recibir sugerencias. Su funcionamiento es el siguiente:

4.1.- Consejo de arciprestes

Este consejo se reúne todos los meses. En él se favorece la máxima participación. Existe una gran libertad y transparencia para afrontar todos los temas. Se comunica con facilidad una síntesis de la vida generada en el Consejo Episcopal. No se toma ninguna decisión que afecte a toda la Vicaría sin el consentimiento de los arciprestes. Su existencia ha influido enormemente para crear el sentido de unidad en todo el territorio. Cada arcipreste traslada a su propio arciprestazgo la vida creada en el Consejo de Arciprestes fruto de toda la vida diocesana. Existe total discreción y secreto a la hora de tratar los temas sensibles.

4.2.- Consejo Pastoral de Vicaría

El Consejo Pastoral de Vicaría (CPV) está integrado por 53 miembros que representan a los laicos de los 7 arciprestazgos y a las áreas pastorales de la Vicaría. Están presentes dos inmigrantes. El CPV funciona muy bien, con gran participación e interés de los laicos que forman parte de él. Se reúne cuatro veces al año. Destaca por su apertura, sus reuniones regulares, la formación que se imparte a los laicos, y la constitución de este por más seglares que sacerdotes. Coordinado por el vicario episcopal, da voz a todos. Funciona sinodalmente, sintiendo la responsabilidad del área del otro, no solo de la propia de cada uno. Todo lo que se acuerda en las reuniones del CPV se transmite a las parroquias. Por eso, es el órgano más activo y participativo en toda la Vicaría, ofreciendo un sentido de unidad típicamente eclesial.

Algún arciprestazgo ha manifestado su deseo de formar el Consejo Pastoral de Arciprestazgo y tener reuniones con laicos de las distintas parroquias del territorio.

5.- Actividad caritativa

La actividad caritativa de la Vicaría es muy activa, y está atenta a las diversas necesidades de las personas pobres y vulnerables. En las parroquias existe un fuerte voluntariado comprometido, si bien suelen ser personas mayores. La pandemia supuso la colaboración de personas más jóvenes, para hacer frente a la difícil situación.

La centrada sobre todo en Cáritas, y en las Cáritas parroquiales es la que funciona de forma más coordinada dentro de los arciprestazgos. La Mesa de Coordinación se reúne con frecuencia a lo largo del curso.

Los distintos arciprestazgos desarrollan una acción caritativa muy importante. Por un lado, hay parroquias que se encargan de forma directa de los beneficiarios, ya sea mediante entrega de alimentos, ropa o dinero para atender urgencias económicas de las familias con recursos más escasos. Y, por otro, aquellas que no tienen acogida y atención directa a los beneficiarios, por el nivel económico de sus habitantes, pero que ayudan y sostienen económicamente a otras parroquias o iniciativas caritativas de la Iglesia.

En el arciprestazgo de Nuestra Señora de las Victorias se desarrolla con fruto un proyecto piloto de Cáritas Arciprestal, que engloba y sustituye las Cáritas parroquiales.

Los responsables de las Cáritas se sienten atendidos, respaldados e impulsados por el vicario episcopal. Cáritas es una misión evangelizadora. La actividad caritativa cuenta siempre con la cercanía de los sacerdotes, y existe una coordinación tanto interna como externa con otras entidades. Acompañamiento que pretende el encuentro con Cristo.

Uno de los objetivos más recientes es el acompañamiento pastoral a voluntarios y beneficiarios, así como la dignificación de las ayudas mediante tiques de supermercados o de las tiendas Moda re-.

Las líneas estratégicas de Cáritas en la Vicaría son:

  • Impulso de los 7 arciprestazgos y consolidación de los Centros de Cáritas
  • Creación y refuerzo de equipos de voluntarios, generando procesos de participación y compromiso
  • Reestructuración de los proyectos de empleo de Vicaría (SOIE y Aula de Empleo)
  • Análisis de los proyectos en ejecución

En Cáritas Vicaría VIII se plantean los siguientes objetivos:

  1. En Vicaría. Fortalecer los servicios (SOIE, SOIVI, Jurídico, Ayudas públicas…) y proyectos, tras evaluación previa. Impulsar y asistir a los sacerdotes coordinadores, centrándose en el acompañamiento a las Cáritas parroquiales. Impulso de la coordinación institucional con otras entidades desde el análisis y la participación
  2. En el Arciprestazgo. Fortalecer la estructura de atención de Cáritas, soportada en los centros existentes
  3. En las Cáritas parroquiales. Acompañar a las Cáritas de las parroquias hacia una reflexión en su reorganización con renovación de equipos y medios

Los datos numéricos en el territorio son:

  • 52 acogidas en Cáritas parroquiales
  • 548: promedio de familias atendidas por mes en 2023
  • 10 trabajadores en Vicaría VIII
  • 722 voluntarios en Vicaría VIII
  • 157 voluntarios de Cáritas Diocesana de Madrid
  • 967 atenciones Formación Empleo:
    • 504 preacogidas
    • 463 tutorías personalizadas
  • 159 atenciones jurídicas a migrantes
  • 216 kg de ropa recogidas de los contenedores de Cáritas

6.- Valoración

Las parroquias de la Vicaría VIII intentan conjugar dos realidades que a veces son difíciles de compaginar: una Iglesia más “sacramental y tradicional” con la invitación del Papa Francisco a salir “a las periferias” y ser una “Iglesia en salida”. Es necesaria la preparación de los laicos y su madurez como cristianos para llevar a cabo esa tarea de misión que reclama la propia condición de bautizados que, con su vida, invitan a otros al “ven y verás”. Siendo conscientes de esa exigencia de ser una Iglesia más misionera, falta una mayor conciencia por parte de todos de que llevar a Cristo a los demás no es tanto una necesidad de la Iglesia, sino de la propia sociedad, que necesita de Dios, que dé sentido a unas vidas a veces muy marcadas por el dolor, el sufrimiento y la cruz.

Se percibe que todas las parroquias están muy activas buscando sus equipos pastorales para llegar en clave misionera al anuncio del Evangelio. Múltiples iniciativas lo atestiguan y permiten que los vecinos encuentren en la parroquia un punto de encuentro, ya sea por medio de las celebraciones litúrgicas, actividades de interés cultural y social, grupos de fe, voluntariados… Son parroquias en salida, pero en Madrid, atendiendo la vida del barrio en muy diversas facetas.

Para cualificar esta salida misionera está la oferta de la Escuela Diocesana de Evangelizadores, cuyas sesiones se imparten en una parroquia de la Vicaría.

Hay parroquias que tienen una participación muy numerosa en su acción catequética gracias a la cantidad de familias jóvenes y con varios niños que viven en sus territorios. Se fomenta también la participación de los laicos en las celebraciones. Y una mayor cooperación con las necesidades locales. Además, se procura compartir la alegría del Evangelio haciendo más participativas las fiestas patronales.

En otras existe la dificultad de encontrar agentes de pastoral, por estar más envejecidas y ser de bajo perfil socioeconómico, con poco tiempo para la implicación personal.

Es fundamental respetar y amar los carismas propios y ajenos, especialmente dentro de una parroquia, de la diócesis…

Se reconoce la labor de Cáritas, pero a veces no se identifica con la Iglesia.

Con más disposición de la voluntad, se debería comprender la Iglesia y su consecuente misión desde una dinámica de común-unión, de una auto comprensión que defina acciones conjuntas y haga ver con claridad una “eclesiología de comunión”.

7.- Resumen

El presente informe, se puede resumir en 10 puntos:

  • El trabajo pastoral más significativo es el del día a día, es decir, el “ordinario”. El trabajo de Cáritas, más coordinado. Atención a la formación del voluntariado. Proyectos nuevos. Bienes más compartidos. Comunidades de Iglesia que sirven. Todo lo referente a la acción social y caritativa.
  • En las parroquias se cuidan las celebraciones de la Eucaristía, así como los bautizos (también de adultos) y confirmaciones, que se realizan en casi todas las parroquias, y las bodas. El vicario celebra cada domingo en una parroquia del territorio, y entre semana en diferentes parroquias, colegios y comunidades religiosas. Las ceremonias de Confirmación están muy bien preparadas por los catequistas, tanto en parroquias como en colegios. Destaca el encuentro del vicario con los confirmandos una hora antes de la celebración.
  • Se ha potenciado la pastoral de enfermos y, sobre todo, la de mayores; en especial esta última, con la institución de la Mesa del Mayor, formada por Cáritas, Pastoral de la Salud y Vida Ascendente.
  • Formación:
    • Encuentros sacerdotales. Una vez al mes, en El Pardo. Con oración, formación y convivencia
    • El primer objetivo del vicario es su acompañamiento: a través de las reuniones de arciprestazgo, o de forma personal mediante comidas o cenas, según convenga
    • Se han ofrecido medios concretos de formación tanto a sacerdotes como a laicos
    • Cursos de formación de catequistas
    • Cursillos de novios en distintas parroquias y a lo largo del año
    • Formación sacramental
    • Participación en la formación en Doctrina Social de la Iglesia
    • Escuela de Evangelizadores
    • Formación continua en la fe y el despertar religioso
  • Interés por los jóvenes. Asistencia al ‘Ven y verás’: oración y diálogo con el cardenal Cobo, los primeros viernes de mes. Y participación muy numerosa en la JMJ Lisboa 2023
  • Pastoral familiar
  • Trabajo, en los arciprestazgos y en las parroquias, en torno a las cartas pastorales del cardenal
  • Vida de comunión en los arciprestazgos, en especial entre los sacerdotes
  • Comunicación interna a través de emails, WhatsApp y el Boletín de noticias de la Vicaría
  • Otros puntos pastorales significativos en la Vicaría:
    • Se han fomentado las relaciones humanas de los sacerdotes a través de comidas, viajes… Y se han creado espacios para el encuentro
    • Animación de los Consejos Parroquiales y Económicos. Presencia del vicario en las parroquias
    • Aprecio y atención por la vida consagrada
    • Reuniones con los movimientos
    • Establecimiento de las ‘Mesas Pastorales’
    • Animación de la vida comunitaria y litúrgica
    • Buena comunicación entre la diócesis, la Vicaría, los arciprestazgos y las parroquias
    • Presencia pastoral y humana muy viva en la Cárcel de Soto del Real tanto por parte de los capellanes como por el cardenal y el vicario episcopal
    • Visitas a las casas religiosas que acogen a chicas víctimas de trata
    • Participación en las celebraciones a nivel de arciprestazgo

8.- Áreas pastorales más desarrolladas

Las áreas pastorales más desarrolladas en la Vicaría son Cáritas, Catequesis y Vida Consagrada, así como la relación con los colegios, la Pastoral penitenciaria, el Consejo Pastoral de la Vicaría, y los encuentros a todos los niveles.

La acción caritativa está bien desarrollada y cuenta con un gran equipo de voluntarios en cada una de las parroquias de los arciprestazgos, lo que facilita su trabajo descentralizado.

También se ha visto el desarrollo en la Pastoral de la Salud (visitas y Comunión a enfermos…), la Pastoral de mayores, y la aportación del anciano como agente activo.

Otras áreas que se han impulsado han sido la Pastoral que hace referencia a la formación cristiana a través de la catequesis, la Pastoral de Juventud, Pastoral Vocacional, Pastoral Misionera, Pastoral Familiar, Pastoral Social y diferentes grupos de oración. Y la acción pastoral en los hospitales por parte de los capellanes.

Hay una mayor interactuación y participación en la comunidad parroquial.

Además, la Vicaría goza de una sana y robusta fraternidad sacerdotal. Así lo atestiguan los encuentros mensuales, en los que destaca el interés y entusiasmo con el que se viven. Y en las reuniones de arciprestes con el vicario, donde hay buena comunicación, libertad para expresar opiniones, respeto a las distintas visiones eclesiales, y clima de compañerismo.

9.- Trabajo sinodal

El vicario mantiene la máxima unidad con el obispo como cabeza visible de la Iglesia en Madrid y, por tanto, de la Vicaría VIII. Esta unidad es clave para el resto de los trabajos. Y se visibiliza en el Consejo Episcopal con los obispos auxiliares y el resto de los vicarios episcopales.

La vida sinodal es fundamental a la hora de plantear toda la vida pastoral.

A nivel de arciprestazgo, muy lentamente. Cada vez se está dando más importancia a los arciprestazgos, a veces incluso porque la propia realidad que vivimos lleva a esa necesidad y, aunque todavía queda mucho por hacer, se trata de trabajar juntos para poder sumar y ayudarse mutuamente, trabajando de forma coordinada en los arciprestazgos y también en las distintas delegaciones.

En la labor parroquial suelen participar activamente tanto los equipos sacerdotales como los seglares. A algunas parroquias les resulta más fácil convocar y tener buena respuesta por parte de los laicos a la hora de asumir tareas y responsabilidades pastorales. Se percibe esa doble dirección de la ayuda en un trabajo sinodal: que los sacerdotes se apoyan mucho en los seglares y ellos en sus sacerdotes.

La Vicaría trabaja sinodalmente, pero aún hay desconocimiento de la estructura y de las diferentes realidades. Iglesia sinodal en la que se escucha a todo el mundo, estando todos a la escucha del Espíritu Santo.

Y, aunque se están dando pasos, se debe potenciar y reforzar mucho más la transversalidad y unidad entre las diferentes pastorales, la toma de decisiones, implicando a todos… Es un reto ilusionante, una nueva forma de evangelización, para dar imagen de unidad y no de parcelamiento.

10.- Otros puntos de interés

En estos momentos, en la Vicaría se incide en los siguientes acentos:

  • Incentivar la sinodalidad propia con propuestas claras y decididas
  • Catequesis de adultos siguiendo el catecumenado de la diócesis
  • Dar relevancia al papel de los laicos
  • Comunicación directa con las delegaciones, trabajo de campo
  • Acentuar el conocimiento del clero para un mejor desarrollo de su ministerio, sabiendo bien quiénes son y qué sensibilidades tienen
  • Cuidado de los sacerdotes
  • Pastoral más conjunta, incentivando la corresponsabilidad en las comunidades, tanto unitaria como colectivamente
  • Revisar con sentido de autocrítica algunas realidades pastorales
  • Desde una presencia más activa de la “auctoritas”, habría que reafirmar personal y comunitariamente la identidad de la comunidad que camina unida bajo un mismo pastor
  • Apoyo en las salas de espera de los hospitales
  • Pastoral vocacional: cuestión que preocupa, y que es un reto
  • Redes sociales: estar en el mundo digital