1.- Presentación
La violencia contra las mujeres tiene diversas manifestaciones: física, sexual, psicológica, económica, social… Estas formas de violencia se interrelacionan y afectan a las mujeres desde el nacimiento hasta la vejez. Algunos tipos de violencia, como el tráfico y trata de mujeres, cruzan fronteras.
Las mujeres que experimentan violencia sufren una variedad importante de problemas de salud, y se disminuye su capacidad para participar en la vida pública. Algo que afecta a familias y comunidades de todas las generaciones, y que refuerza otros tipos de violencia prevalecientes en la sociedad.
La violencia contra la mujer constituye una grave violación de los Derechos Humanos.
Tanto en Evangelii Gaudium como en Amoris Laetitia, el Papa Francisco condena la violencia contra las mujeres.
La diócesis de Madrid no solo se suma a esta condena de manera clara y contundente, sino que ha puesto en marcha una Comisión Diocesana para una vida libre de violencia contra las mujeres.
Está integrada por personas cristianas comprometidas contra las violencias sufridas por las mujeres, desde diferentes ámbitos de la sociedad civil y de la Iglesia, que trabajan para la erradicación de la violencia machista y por la reacción de las comunidades cristianas ante la lacra que constituye esta violencia en la diócesis. Porque no es admisible ninguna forma de abuso o agresión hacia las mujeres, y por tanto se impone la tolerancia cero hacia los maltratadores. Además, desde la Comisión se trabaja para que las familias y la sociedad en su conjunto sean espacios libres de violencia machista.
2.- Objetivos y acciones
Con el objetivo de que las mujeres víctimas de violencia sientan a la Iglesia diocesana de forma inequívoca, radical, afectiva y efectivamente de su lado, la Comisión se propone:
- Sensibilizar y visibilizar en las comunidades cristianas e instituciones de la iglesia católica que la violencia contra las mujeres es radicalmente opuesta al Evangelio de Jesús, y que es urgente comprometerse en su erradicación y posicionarse al lado de las mujeres que la sufren
- Favorecer que las comunidades cristianas sean un lugar seguro donde se garantice, a las mujeres que sufren violencia y a sus hijos, un lugar de protección, respeto y empoderamiento para enfrentarla y tomar decisiones en libertad.
- Eliminar lenguajes y prácticas excluyentes discriminatorias que justifiquen el empobrecimiento y la violencia contra las mujeres.
- Visibilizar y participar con otros colectivos y redes de mujeres de la sociedad civil en la denuncia y reivindicación de medidas sociales, legales, económicas y educativas para la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Para ello, las líneas de acción son:
- Sensibilización y formación
- Jornadas, cursos, congresos en parroquias, grupos, seminarios
- Elaboración de materiales
- Realización de gesto simbólico de visibilización, solidaridad y denuncia
- Presencia en medios de comunicación
- Realización de campañas
- Escucha, acompañamiento y derivación
- Generando herramientas y protocolos de acción y acompañamiento para las mujeres que se acercan a la iglesia buscando seguridad, apoyo y acompañamiento
- Participación como Comisión en redes de mujeres de la sociedad implicadas en el tema, animando a las comunidades cristianas a participar en las diferentes convocatorias
3.- Celebraciones
- El 20 de enero, Miguel Ángel Malavia publicó en Vida Nueva el artículo No callarás: la Iglesia que sí clama contra la violencia machista
- El 7 de marzo impartieron la ponencia Un mundo sin violencia contra las mujeres ¿es posible?, dentro de la Escuela Itinerante de Formación Social de la Vicaría VI
- El 23 de noviembre de 2023, la Comisión celebró la vigilia de oración Memoria y Esperanza ante el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El encuentro tuvo lugar en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.